domingo, 29 de septiembre de 2013

La ausencia duele mas que el mismo error.




Quizás si, quizás no.  Esta noche me consume la duda del estar contigo o dejarte ir, porque no importa cuantas veces digas lo siento los errores lastimosamente no se reparan así.. no para mi al menos. 

Tanto me ha costado construir esto con las manos y lo derribo con los pies, sin pensarlo, sin medirlo, sin anestesia solo por orgullo, rabia y decepción que juntos hacen sacar lo peor de mi. Y aunque intentes repararlo, el orgullo me consume solo por querer hacer esto perfecto y no, no me entiendo ni yo misma.. porque de hace horas no tengo coherencia y tu me haces ser así. Te amo sinceramente aunque ahora lo este negando frente a ti pero me cuesta ser abierta y es que ya he llorado hasta mas no poder, hasta quedarme dormida entre las almohadas y sabanas frías, sola y sin compañía.

Un error que debo aceptar sabiendo que puede volverse a repetir y ese error no involucra terceras personas, tampoco a la falta de tiempo o descuido, porque jamás me has lastimado de esa forma, al contrario esto es mas complicado, comienza por celos sin razón,  por sensibilidad, por faltar el respeto todo gracias al temor de perdernos. Me parece una gran ironía que por el mismo temor a perderte indudablemente me daría cuenta que te perdería. 

La ausencia es dolorosa por ello perdonamos infinidades de errores, por ello continuamos luchando aunque a veces no tenga arreglo... hoy sentada a solas me estoy sincerando conmigo, aferrada a lo nuestro, contando mis fallas y las tuyas que no superan a los aciertos pero si que nos han tropezado, jugando y riéndose de nosotros y planeando la siguiente jugada por si nos levantamos dispuestos a seguir. He cometido desaciertos pero también te he aceptado los tuyos, juntos seguimos ciegos creyendo en nosotros.

Somos así nos amamos con la misma intensidad que peleamos, nos amamos con la misma fuerza que gritamos palabras dolorosas, nos amamos con la misma insistencia de seguir en una relación, nos amamos como la primera vez, sin perfección, sin frenos, sin remordimientos, sin pensarlo. 


miércoles, 28 de agosto de 2013

Síndrome incurable.




Una de tantas noches ansiando que sea el día, el reloj marque las doce anunciando que es veintinueve y sea el momento justo en el que pueda enorgullecerme un poco más de lo que con el tiempo llegué a querer y si me refiero a ti, a ti que me soportas en cada faceta, que sin importar cuan fea este de tu boca no salen otras palabras que no sean para halagarme, a ti que siempre tienes un lugar reservado para mi y una sonrisa dispuesta por si se me agota la energía y resulto teniendo un mal día y quiero solo olvidarme del mundo; ya hasta creo me extendí detallando cada gesto que tienes para mí y es que no dejo de hablar de ti ya hasta sospecho estar padeciendo del incurable síndrome que yo nombré como 'estar enamorada' ese común síndrome que muchos padecen y pocos saben lidiar, quizás por eso siempre tuve miedo y tu como buen compañero has estado intentando resolver 'ese miedo' para ir despejando una a una las dudas y dejando claro que con todo y tus locuras estas dispuesto a quedarte aquí, a mi lado para hacerme una chica mas segura.

Son muchos los recuerdos que vienen a mi mente, muy felices recuerdos debo destacar que no me alcanzaría a contar todos en una sola noche, en un solo escrito, pero si que están bien metidos en la memoria para cuando se me antoje recordar y dejarlos salir para contarle a alguien mas lo maravilloso que ha sido compartir cada momento contigo, ya hasta me imagino contándole a mis nietos esas travesuras, las escapadas y cada aventura.

Siendo honesta he sido bastante orgullosa últimamente por el hecho de ocultarte esta parte de mi que siente tanto y tiene tanto por decir, solo por miedo, miedo a que me vayan a herir, se que con el tiempo podré adaptar la palabra clave de este síndrome incurable, algún día diré sin miedo 'enamorada' y me adaptaré a decirla cada vez que te agradezca por la felicidad que me das, me arriesgaré a mostrarte un poco más. A estas alturas cuestiono lo que pueda pasar en el futuro por eso quiero estar clara de mi presente, quiero disfrutarte, gozar hasta el mas mínimo detalle, sonreír y llenarme de ti.

Dentro de toda esta historia quiero a los terceros bien lejos, poco me importa alguna otra opinión y no tengo planeado explicar mis razones por si quieren juzgar lo apresurado que ha sido esto, si antes no había sentido algo parecido estoy dispuesta a demostrarte poco a poco lo que hace días no he podido ni nombrar y es que lo lograste... has sido el primero que me llegó a enamorar, a partir de ahora no hay arrepentimiento vamos juntos a seguir caminando de la mano y riendo logrando conseguir lo que siempre queremos porque de algo estoy segura... que me quieres y que te quiero.

viernes, 2 de agosto de 2013

Encuentro casual.




Algunos lo llaman destino otros casualidad, yo le pongo tu nombre. 

No es costumbre que yo cene fuera de casa un día de rutina pero ese 04 de diciembre se me antojó compartir conmigo misma como quien solo quiere pensar y alejarse un poco de aquello a lo que está acostumbrada. Tu muy raras veces estas solo casi siempre estabas rodeado de imbéciles que alababan cada éxito que tenias cuando alcanzabas lo que te proponías. Pero esa noche solo estábamos ahí tu y yo en ese restaurant para ambos alejarnos de todo, como al encuentro de algo diferente sin saber qué solo nos atrevimos a salir en busca de un poco de liberación y así fue como terminamos uno frente a otro algo sorprendidos del encuentro repentino y sin ninguna planificación como si fuera el destino que quiso jodernos una vez mas las vidas con eso de traernos confusión y viejos complicados, pero en fin buenos recuerdos.

Pedimos una mesa para dos y comenzamos aquella extensa conversación aburrida sobre el trabajo, la familia y relaciones poniéndonos al día después de esos años separados sin saber nada entre ambos, a medida que pasaba el tiempo me daba cuenta como nos fuimos perdiendo, como ya no eramos los mismos... como ahora te interesaban otros temas. ¿Que carajos pensabas cuando me hablabas de deportes? tu mas que nadie sabias cuanto detestaba ese tema, al parecer lo hacías a propósito  siempre disfrutaste el hacerme enojar y verme molesta para luego contentarme por arte de magia en cuestión de minutos. 

Aun sonreías pero no como antes, se notaba un poco cansada tu sonrisa por eso te propuse ir a dar un paseo después de esa deliciosa cena quería comprobar si aun eras ese chico que le encantaba hacer locuras con la sonrisa viva, con ganas de disfrutar y ese espíritu vibrante que me hacía volverme loca cada vez que teníamos "esos encuentros seguidos a escondidas" durante la preparatoria.

Fuimos al parque y me miraste fijo para mencionar que ya sabias que estaba tramando, sonreí y respondí que hace horas atrás pensé que no eras el mismo pero me demostraste que me había equivocado y saltamos, gritamos y nos divertimos como antes olvidando las obligaciones, la rutina y los problemas. Seguías siendo aquel chico interesante que siempre me gustó. 

A esas alturas de la noche no quería saber porque entre los dos las cosas no funcionaron años atrás, no quería reclamos ni dramas con explicaciones incluidas solo quería una cosa que por su puesto sucedió... de la manera perfecta, ese beso con sabor a te extrañé tanto, ese beso que vino acompañado de recuerdos, que hizo que viajara por cuestión de segundos al pasado, ese beso que ahora muy bien voy a guardar en mi memoria junto con aquella especial noche porque se te había olvidado mencionar que  ahora estabas casado y aunque tu y yo sabemos que nos queremos como antes debemos volver a pisar tierra y despedirnos, me abrazaste agradeciéndome por recordarte los buenos viejos tiempos y quien eras realmente, me diste un ultimo beso para así marcharte yo quede algo vacía caminando en dirección opuesta y ansiando que regresaras y me abrazaras un rato mas, pero aun pienso en un próximo encuentro que sé no ocurrirá pero no importa porque igual todas las noches saldré a cenar quizás nos encontremos otra vez por casualidad.

martes, 2 de julio de 2013

Se me antojó recordarte.


Se me antojó recordarte, con un cigarro en mano y una botella de mi mejor vino, escuchando esas mismas viejas canciones que solíamos escuchar, haciendo de este encierro una excusa para no marcharme y dejar de ver lo que me recuerda a ti cuando era feliz e infeliz, todo al mismo tiempo.

Con tantas preguntas en mi cabeza y tan pocas respuestas me ahogo en cada copa que bebo a fondo y es que ya me había acostumbrado a tus mentiras, pero no importaba mucho porque mientras mas las decías mas quería continuar contigo como expresión máxima del masoquismo.

No bastó el solo querer porque sino te tuviera aquí conmigo, nos dejamos vencer por el orgullo y el tiempo. Sin embargo el mayor golpe fueron los cambios, el pensar distinto, las peleas de ocasión y el que yo te quisiera para largo rato y tu solo por diversión.

Se murieron mis ganas de luchar mientras me preguntaba si tu querías continuar. Hoy aun te recuerdo bien como solías ser, sencillo, frío y arrogante pero con los pies en la tierra. Ya has cambiado te importan otras cosas ahora y andas por ahí fingiendo ser quien no eres. Hoy te desconocí con un gusto diferente.

Pero yo seguiré siendo la misma de siempre y me quedaré aquí sentada esperando a que te provoque recordar lo que una vez fuimos.

lunes, 1 de julio de 2013

Pecadora por excelencia.


Quédate callado, no emitas comentario alguno que lo que sea que vayas a decir está demás, no quiero cuestionarnos y tener otra vez que admitir que lo que hacemos está mal.

Bebe cuantos tragos quieras y pongamos a volar la imaginación y así olvidamos por un momento la realidad que nos espera enfrentar fuera de esta habitación. No quiero mas lamentos y reproches, nos conocemos de tiempo atrás y ambos sabemos lo que queremos, tanto nos conocemos que se perfecto pensamos igual y varias veces podría asegurar que como yo te has preguntado ¿por qué el tiempo nos juntó en el momento incorrecto? por eso de tener que escondernos para hacer lo que queremos y es que en el arte del engaño eres todo un maestro, siempre pretendiendo no conocerme para que nadie sospeche.

Ven, se que no venimos a hablar demasiado puedes sentarte y observarme un rato con disposición a comenzar porque yo se que te gusta portarte mal y aquí me tienes de frente dispuesta como siempre a pecar.

viernes, 28 de junio de 2013

El peor ciego.


Me he sentado a pensar un millón de veces ¿qué hice mal para alejarte de mi? y es que quieres compartir tu tiempo cuando yo te quiero a tiempo completo, sabiendo perfectamente que es lo justo. Pero tu decidiste irte con alguien más que a mi parecer no pega contigo muy bien y disculpa si muchas veces te insulté es que no sabía otros métodos para desahogar la rabia que siento por tantas decepciones acumuladas y es que la definición de cobardía te va bien. 

Cambiaste lo que pudo ser una bonita familia por un par de botellas y sexo, siento hasta pena por ti por tener que vivir ese infierno. Si que estoy arrepentida de perdonarte tantas fallas seguidas y ya no quiero verte ni que llames cada año para felicitarme por mi cumpleaños.

Eres todo un inmaduro queriendo controlarme por eso quizás jamás me dejé controlar. Permiteme felicitarte por todo lo que has hecho y déjame decir que fuiste mi mejor maestro para enseñarme bien que pocos hombres valen la pena y que la mayoría son como tu, andan por ahí pretendiendo ser victimas. 

Pero aun con todo y defectos debo admitir que te amo y que no puedo odiarte del todo, y a veces solo quiero saber de ti aunque no te hable ni tu a mi. Puede sonar contradictorio pero sigues siendo importante para mi. Se perfectamente que entre tanta confusión tu también intentas entender el por qué de mi carácter arrogante y cambiante que hasta un ciego podría notar pero tu como el peor ciego, si, aquel que no desea ver por no aceptar que esta niña desde hace años atrás necesita de su papá.

Tocando el cielo con la punta de los dedos.


Mi buen amante siéntate a mi lado que lo que va a suceder dentro de pocos minutos lo vamos a hacer interesante. Desvisteme lento y sin dudarlo demasiado, sin arrepentimientos que esto se hizo para disfrutarlo. Mientas juegas a seducirme sonríe con ese tono de picardía porque no existe mejor método de excitarme que ese. Continua por el camino difícil recorriendo mis piernas con tus labios, no te detengas y haz lo que mejor sabes hacer con tu lengua. Déjame tomar el control por un momento así consigo llevarte al cielo.

En estas cuatro paredes nos vamos conociendo y no creo que exista una parte de tu cuerpo que me falte recorrer, continuemos con las miradas llenas de pasión y que no se te olvide besar mi cuello y bajar por la espalda para comenzar de nuevo. Juguemos y experimentemos con deseo, menciona lo que quieras sin vergüenza alguna que no voy a cuestionarte. Lo que esta noche se diga, se hace.

Cierra los ojos y disfruta de la ocasión, ahora recorreré tu espalda con mis uñas dejando marcas que dolerán mañana. De pasatiempo cuenta mis lunares y así descubre también las marcas que la experiencia me dejó y permiteme agradecer a la que estuvo antes por enseñarte a tocarme de esta manera.

No hay cosa de disfrute mas que el verte al natural, sin censura alguna, como viniste a este mundo y de cerquita, contemplando tu figura y dejándome llevar por las caricias, no pares de hacer lo que haces y de preferencia hazlo lento para que me de tiempo de conservar este instante en mi memoria.

Tócame un rato más que hoy mas que nunca me haces creer que para tocar el cielo solo hace falta un buen hombre que me haga sentir mujer.

jueves, 27 de junio de 2013

Quiero recorrer contigo el camino.

Hace largo rato que no sentía lo sencillo e improvisado, hace rato no me desvelaba pensando en qué pasará mañana. El que creí mi amigo hoy está construyendo una historia conmigo y esta vez como algo más; y aunque no es a lo que estoy acostumbrada a tener me está enseñando que la costumbre es monótona y por tanto aburrida.

Una chica cambiante no necesita rutinas, nada de lo mismo, no quiere restaurantes costosos con gente insípida que realmente aunque aparenten no saben que hacer con sus vidas, ni reuniones para hablar de gastos excesivos, mucho menos un hombre que pretenda comprar momentos porque no hay peor cosa que eso. Una chica cambiante necesita de un chico expresivo, ocurrente, que la haga reír, que le enseñe el mundo tal cual como es sin mucho, tan solo con lo necesario porque si hay algo que he aprendido es que lo que no se planea y sale al natural y sin requerir dinero llena muchísimo más.

Fue así como de a poquito el chico ocurrente llegó para enamorar a la chica que no se enamora y darle sentido a toda esta cuestión que comenzó con un beso en su habitación.

Lamento si mis celos arruinan los momentos o si digo y hago cosas que no debo y es que no le encuentro otra explicación si no es temor a perder lo que estoy comenzando a querer. Si desde el primer beso te supe diferente ya me sabias distinto, si antes al tocar los labios de alguien más me sentía vacía no me hubiese imaginado ahora anhelando los besos de alguien y queriendo verlo para abrazarle.

No es algo como el pasado porque al contrario de recordarlo me hizo olvidarlo, este presente me hace feliz, juega conmigo, me hace enojar y al rato sonreír y es que me gusta demasiado, tanto que hasta con su ropa me acostumbré a dormir, me tiene releyendo nuestras conversaciones, ansiando encuentros y anhelando abrazarlo para que el olor de su perfume se impregne en mí, porque su olor me trae recuerdos llenos de besos, sonrisas y locuras.

Esto se me está escapando de las manos y no se si es apresurado pero muero por vivir mas y mejores momentos a su lado, quiero que me enseñe que yo sin duda alguna caminaré porque estoy dispuesta a recorrer este largo camino a pie, con el sonriendo a mi lado.